Monday, April 22, 2013

CANCIÓN DE PUTA MADRE Y UNA ESTAFA MÁS

Que Los Viejitos de Barrón son unos pichicateros; qué más da, que no saben lo que tocan; qué importa, que son incumplidos, eso jamás! Por eso nos revienta cachorro que nos estafen una vez más, como lo hicieron este fin de semana los Maletas del Asalto, con bolo incluido, cuando nos cambiaron la tocada del Bar Zela a la casa Poco Floro.
La cosa fue así papá:
El Chombo recién llegaba de Cuzco donde se limpió de las malas vibras, de su mal agüero, de su chica teletón, y estaba todo alegroso para la tocada en el Bar Zela.
Pelvis, pichicateó su pichicleta y se fue a la guarida viejonera en Lince, llamó a José Cox para una amenizada, mientras Barrunto le daba trompas en la bemba de su enamorada, post estafa en la radio de lo beatles, Radio Sargento Pimienta.
Todo ya estaba coordinado, todo listo, ya estaba el pisco, el humo y las toxinas, incluso Moranchi del Perú se apuntó a la tocada. Entonces salimos del cuartel hacia la casa Poco Floro, con la finalidad de sacarle toda la sangre a las hembritas de Atraso Mestrual, pero cuando llegamos todo fue un fiasco. El primo Mujica con factura en mano nos dijo que no habia concierto, que le cobraran no sé cuánto por los instrumentos, y nosotros totalmente indignados sacamos la güaracha y terminamos cheleándonos en la ex casa del negro Chombo. Pero como los viejitos no nos vamos sin tocar, aquí les dejamos LA CANCIÓN DE PUTA MADRE el single de Los Viejitos de Barrón para todo el mundo, como haciendo previos a nuestra llegada a Cerro de Pasco, donde nos han invitado porque no nos conocen... Ahí será otra aventura.


Sunday, April 14, 2013

VIEJONERA EN EL SALÓN IMPERIAL

!Ellos son, allí están, los viejitos del Perú! con esta arenga fueron recibidos sorpresivamente la banda rock poetry noise Los Viejitos de Barrón, cosa rara pues siempre los abuchean antes de entrar y mucho más cuando no se quieren bajar del escenario, pero este viernes fue todo lo contrario.
El día empezó con la estafada de Moranchi y pelada de por medio, el Chombo gorreó comida donde Barrunto y Pelvis llegó con la pichicleta y el encargo de José Cox. El matiz estaba listo, el talco también, pero no el viejito Rombero, que hacía larga su llegada, pero que al final llegó.
Con un piscazo, donación que Barrunto trajo desde Chorrillos, los viejitos se dirigieron la cuartel del negro Chombo para sacudirse las penas y empujarse el licor maldito, más sus travesuras de grandes. Viejito Rombero no aguantó el olor de la cobacha y propuso huayaqueada en la seudo terraza,a si que la gentita no hizo más que calatearse y empezar la movedera de mongongo que se venía más adelante.
Post trago y ya recontraempiladazos, la viejonera salió como proyectil al Salón Imperial, allí la cosa fue distinta, un perro mala muerte y un chibolo en carretilla nos recibieron, más adelante estaba un borrachito, el único fan, que fue expulsao por malcriado, aún así los Viejitos tuvieron el atrevimiento de montarse al escenario y gritar sus alucinadas mientras llegaba el respetable.
Ya en la encendida nota RE, la bulla se hizo presente y los vijeitos se olvidaron del resto, como ese payaso que bailaba solito y un fan enamorado que llegó desde los Cholivos para verse con su negro Chombo. Miau.  A pesar que la noiqueada estaba a todo dar para los viejos, la gente no los entendía pero pedía más, tal vez porque Barrunto le bajó una china al Primo Mujica para que haga alboroto. Luego confesaría en el bar de Ciro, que todo tiene su precio, será por eso tal vez que la fanaticada de dos gatos pidió un tema más y a solicitud del público, los viejitos de bajaron del escenario y se fueron a chupar a otro lado. Con concha!

Saturday, April 13, 2013

LOS VIEJITOS NO ESCARMIENTAN Y REGRESAN AL CENTRO DE LIMA

Como si fueran una bala perdida Los Viejitos de Barrón y su séquito de viejoneros agarraron sus chivas y se largaron al Centro de Lima para un evento fraude donde nos dijeron que bajaría el artista José Tola para un homenaje que le hicieran los Maletas del Asalto, un grupo poético dizque contracultura. Al final fue una estafa peor que dólar muc, pero igual la performance Viejonera no se dejó esperar y escupimos al respetable con nuestra gritonería. Los lentes para el sol, y para la gente que nos da tanto asco.
Unos días antes, el viejonero Rombero, recién llegadito de Dublín, nos invitó a la Pastelera para un tributo al poeta Lucho Hernández. Allí con el poema Billy the kid como cortina poética, empezamos el menjunje de sonidos y al instante que sonaron los gritos rebelión de Los Viejitos de Barrón, todo el irrespetable se fue dejándonos solo con nuestra música. Para qué más, dijimos, si al final ni chela nos dejaron chupar, ni bates fumar. Barrunto deslizó por ahí que nos abandonaron porque somos faltosos y el negro Chombo agregó que no era la voz gritar mientras se desarrollaba la conferencia del finadito médico cirujano poeta. Al final todo acabó en Keko Bar con la viejonera actuando como Guasón contra Batmán.
Pero no escarmientan, y es por eso que los viejitos hoy, si chato hoy sábado 13 de abril a las siete de la noche, se presentan otra vez pero en el Salón Imperial, una cobacha de pastrulos en pleno corazón den la ciudad capital. A ver qué sucede...


Wednesday, April 03, 2013

POEMA SURREALISTA DEL NEGRO CHOMBO Y EL SONSO


NEW DAY AND THE OLDIES OF BARRON


Un viernes de perdición los viejitos de barrón salieron con sus bolsillos llenos de talco hacia la casa ensayo, el mejunje de escupitajos con gritos, la casa de melchormalo donde la soledad no existe sino el eco de las voces disonantes en repetición.
Allí la temporalidad se perdió y sucumbimos a la disonancia de interpolaciones acústicas, el eco de papeletas por no saber música. Y caímos en esa vorágine de ruidos, sin saber qué nos esperaba, pero la noche siempre tiene su destino y lo traza como si fuera una línea de cocaína, de esas que trae el ché en el Keko Bar de barranco, donde fuimos a parar.

La magia subió por nuestras narices y de momento pensamos ser estrellas, esas que chocan de cara contra el firmamento y se rompen la nariz, ceja, pómulo, con sangre y esquirlas de hormigón en las mejillas.
Cuando terminamos, solo nos dimos besos y cada uno fue a su casa.
Así fue un día, con los viejitos.