Escribe: PhD Waro Raúl Rosales León Aragón de Castilla Conde de Jauja IX, manager de la banda que no viajó a Iquitos, pero que ha logrado una warología de lo ocurrido.
Según cuentan los cronistas herederos de Magaly Medina, los Viejitos de Barrón participaron del cierre del festival Estamos en la Calle en Iquitos, el 28 de agosto pasado, frente a un aproximado de 2 mil personas, los representantes de la antimúsica lograron dejar muchas dudas en el escenario.
El video evidencia que Los viejitos de Barrón cumplieron a carta cabal la promesa de no afinar los instrumentos y reventar la mayor cantidad de cuerdas de las guitarras prestadas.
El baterista de una de las bandas, que había prestado la batería fue el que le pidió al Chombo que no golpee tan fuerte la batería. Loco, más suave, suaveeee...
La prensa no paró de grabar cómo la batería se iba cayendo a pedazos, mientras el propietario de la batería estaba a punto de tener un colapso neriovoso.
Por otro lado, las letras misóginas y transgenéricas causaron un efecto en el ambiente. Las lecturas de Ray Loriga y de Enrique Verástegui funcionaron como la única forma de llamar la atención de los presentes.
Cabe resaltar la presencia durante todo el concierto de un sujeto buena onda de nombre jackson. Bailó todas las canciones de los Viejitos de Barrón, lo cual provocó que se ganara un polo de Los viejitos de barrón.
Los polos de los viejitos rayaron, fueron creación de Chombo. En la foto, trabajando en los polos de los viejitos mientras el poeta loretano Raún Beas más conocido como Rasputín, observa la faena pictorica barronera de Chombo.
Al final de la presentación, los viejitos de barrón fueron invitados por el escritor Musmuki unas rondas de RC que hicieron borrar la memoria de los viejitos, por lo cual me abstengo de seguir narrando ante la falta de evidencias. Porque el asunto va por ver más allá de lo evidente.
Los Viejitos, recuperadas las memorias, gozaron del Amazonas y anuncian una nueva era de la musica pop. La era de la involución y la transgresión. Nótese que a Barrunto ya le están creciendo senos como parte de esa nueva era musical.
Y Chombo se pudo encontrar con sus raíces...
Queda como testimonio la música de Chakruna, una rareza del rock peruano.